Querido hermano recibe por favor mis disculpas más sinceras.
No fui el apoyo que necesitabas.
No estuve allí para soportar tu enorme carga.
No entendí tu dolor y fuí muy egoísta.
En ese momento era incapaz de comprender muchas cosas.
Mi propio dolor no me dejó ver nada más.
Quiero que conversemos y decirte cuánto me dolió todo lo que ocurrió.
Mi mayor deseo es saber de ti y conseguir tu perdón.
Por favor dame una oportunidad, ésta no la desperdiciaré.
Atentamente, Isabel.
El PERDÓN A LA FAMILIA
Es difícil para la mayoría de nosotros pedir disculpas, especialmente a las personas más cercanas a nosotros y a quienes amamos. Así es la manera