- ¿Cuánto te importa lo que los demás piensen de ti?
- ¿Y por qué nos molestamos tanto?
- No le doy importancia a lo que las personas opinen de mí.
Primero, es importante aclarar que sí importa lo que la gente piense de nosotros. No importa lo que te digan, no me importa lo que la gente piense de mí, etc. Pienso que a las personas si les afecta lo que otras piensen de ellos. Es un hecho que las personas muestran interés por vestirse adecuadamente, expresarse de manera educada y comportarse de forma debida porque vivimos en una sociedad. No estamos solos, por eso durante la convivencia buscamos agradar a los demás. Deben establecerse límites en cuánto agradar a los demás o comportarse de determinada forma porque es correcto.
¿Por qué nos molestamos con lo que dicen sobre nosotros?
Muchos de nosotros tratamos desde niños, de forma consciente o inconsciente, de ser aceptados, de ser los divertidos o los payasos de la pandilla. Analízalo, muchos niños se dedicaron por completo a esta tarea.
Surgirá el dolor que produce la opinión ajena cuando no seamos el centro de atención o no conquistemos el interés de otros. Ya que no se puede impresionar, convencer, influenciar e incluso controlar la situación.
Ante este escenario, nos sentiremos inseguros y tendremos el sentimiento de la incomprensión, que las personas son tontas y que critican injustamente porque nos importa qué dirán de nosotros o la manera cómo reaccionarán. Necesitamos la aceptación y cuando no la obtenemos surge la frustración, la ira y el dolor.
Todo comienza con nosotros
La importancia dada a la opinión ajena dependerá de nuestra autoconfianza. Por lo tanto, la solución viene de nosotros mismos. Cuando comprendamos que en realidad nos juzgamos a nosotros mismos seremos capaces de construir y fortalecer nuestra autoestima.
A quién realmente tenemos miedo es a nosotros mismos
Has analizado tu propia opinión. Alguna vez te has detenido a pensar que no somos los mejores críticos con nosotros mismos y que nuestro propio concepto no es el mejor. La historia sobre lo que creemos piensan otras personas, realmente es nuestra, nos los contamos nosotros mismos. ¿No te has dado cuenta?
¡Es cierto! Somos nosotros quienes no avanzamos. Las demás personas no son nosotros. Nos juzgamos porque tenemos miedo. No admitimos esta circunstancia y decimos que no continuamos por el temor a los demás, a través del ¿Qué dirán? Y “se molestarán conmigo”. Así nos liberamos de responsabilidad y nos sentimos más cómodos. No somos nosotros, son ellos. Pensamos de la siguiente forma: yo quería hacerlo, pero tenía miedo de lastimarme. Realmente es así.
Reconocer que tenemos miedo de lo que pensamos o podamos pensar de nosotros mismos puede liberarnos del miedo pero también puede exponernos a recuerdos y a cosas que no nos gustan de nosotros mismos.
Self-Forgiveness
Do you find it difficult to forgive yourself for past mistakes and wrongdoings?