Me dirijo a ti en este momento de dificultad y confusión en mi vida. Me pregunto por qué estoy enfrentando este duro desafío y por qué me has puesto en esta situación difícil. Me siento perdido y desesperado, y no sé cómo seguir adelante.
Sé que has prometido estar siempre a nuestro lado y guiarnos en momentos de prueba, pero en este momento me siento solo y sin respuestas. ¿Por qué tengo que pasar por esto? ¿Cuál es la lección que debo aprender de esta experiencia?
Te pido que me des la fuerza y la sabiduría necesarias para superar esta adversidad. Ayúdame a encontrar el camino correcto y a ver la luz al final del túnel. Confío en ti y en tu plan para mí, aunque en este momento no entienda el por qué de esta situación.
Gracias por escuchar mis palabras y por estar siempre presente en mi vida. Confío en que, con tu ayuda, podré superar esta prueba y salir fortalecido de ella.
Con amor y fe en ti,