Me dirijo a ti con el corazón lleno de temor y ansiedad. Sé que en tus manos está el poder de liberarnos de estos sentimientos que nos paralizan y nos impiden vivir en paz.
Te pido que me ayudes a dejar de lado el miedo y la ansiedad que me consumen. Permíteme confiar en tu amor y en tu guía, sabiendo que todo está en tus manos y que tú cuidas de mí en todo momento.
Ayúdame a recordar que soy fuerte y capaz, que no estoy solo en este camino y que contigo todo es posible. Permíteme encontrar la calma en medio de la tormenta, la serenidad en medio del caos y la esperanza en medio de la incertidumbre.
Gracias por escuchar mis plegarias y por estar siempre presente en mi vida. Confío en que tu amor y tu misericordia me guiarán hacia la paz y la tranquilidad que tanto anhelo.
Con fe y gratitud,