Para el ángel más dulce y querido de mi corazón, sí, Renessa bebé, no eres nadie más que tú.
Sinceramente y con todo mi amoroso y afectuoso corazón, te pido que me perdones por todas mis faltas y faltas que sé que he cometido contra ti.
Me disculpo mucho con usted por cometer estos actos en su contra.
Por favor, por el Poder de nuestro Dios Todopoderoso, acepte mis disculpas y perdón.
Gracias por tomarse el tiempo de leer este correo electrónico de disculpa.
Tuya ahora y para siempre, con amor para ti desde mi corazón, Chessie Stewart.