Me dirijo a ti con el corazón lleno de arrepentimiento y humildad, en busca de tu perdón por la mala gestión financiera que he tenido y que ha afectado a otros de manera negativa. Reconozco que mis acciones han causado dolor, preocupación y estrés a las personas involucradas, y por ello te pido perdón de todo corazón.
Sé que mis decisiones irresponsables han tenido consecuencias graves y no puedo ni quiero minimizar el daño que he causado. Entiendo que la confianza que se ha perdido no se recupera fácilmente, pero estoy dispuesto/a a hacer todo lo que esté en mis manos para remediar la situación y devolver la tranquilidad y la estabilidad que he robado.
Asumo la responsabilidad de mis errores y prometo aprender de ellos para no volver a cometerlos en el futuro. Me comprometo a trabajar en mi crecimiento personal y en mi desarrollo como persona íntegra, honesta y responsable.
No espero que mi pedido de perdón sea suficiente para reparar el daño causado, pero espero que puedas encontrar en tu corazón la compasión y la generosidad necesarias para perdonarme. Prometo hacer todo lo que esté a mi alcance para demostrar con hechos que estoy verdaderamente arrepentido/a y que deseo redimirme.
Te pido perdón una vez más y te agradezco por darme la oportunidad de enmendar mis errores y de volver a ganarme tu confianza. Que este acto de humildad sea el primero de muchos pasos hacia la reconciliación y la sanación de las heridas que he causado.