Me dirijo a ti con el corazón lleno de arrepentimiento por el dolor que mis acciones han causado en tu vida. Me doy cuenta ahora de que mis decisiones han tenido un impacto negativo en ti, y por eso te pido perdón de todo corazón.
Reconozco la importancia de asumir la responsabilidad de mis errores y quiero que sepas que me duele profundamente haberte lastimado de esa manera. No hay excusa para mi comportamiento y entiendo que mereces una disculpa sincera.
Espero que puedas encontrar en tu corazón la generosidad de perdonarme. Prometo trabajar en mejorar como persona y nunca más volver a herirte de la misma manera.
Acepta esta carta como una muestra de mi sincera disculpa y mi deseo genuino de reparar el daño causado. Espero que con el tiempo puedas perdonarme y sanar las heridas que he provocado.
Con profundo pesar y humildad,