Es difícil para mí escribir estas palabras, pero siento que es necesario expresar cuánto lamento haber reaccionado con enojo. Reconozco que perdí el control y actué de forma impulsiva, dejando que la ira me dominara.
Sé que mis palabras y actitud te hirieron, y me duele profundamente haber contribuido a ese malestar. No era mi intención lastimarte, pero comprendo que mis acciones tienen consecuencias.
Estoy trabajando en gestionar mejor mis emociones y en encontrar maneras de comunicarme sin dejarme llevar por el enojo. Quiero que sepas que estoy comprometido(a) a cambiar y a no repetir este error.
Te pido sinceramente que me perdones. Valoro demasiado nuestra relación como para dejar que un momento de rabia nos aleje.
Gracias por tu comprensión. Estoy aquí cuando estés dispuesto(a) a hablar.
Con todo mi arrepentimiento,