Querido Dios,
Hace mucho tiempo cometí un error que me ha pesado en el corazón. He tenido miedo de admitirlo, de enfrentar las consecuencias y de pedir perdón. Me he sentido atrapado en un ciclo de culpa y vergüenza, sin saber cómo salir de él.
Sé que no puedo cambiar el pasado, pero estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para enmendarlo. Quiero pedirte perdón por mi error, por haber lastimado a alguien y por haberme lastimado a mí mismo.
Reconozco que no siempre he sido la mejor versión de mí mismo, pero estoy trabajando en ser mejor cada día. Te pido que me ayudes a encontrar la paz interior y la fuerza para seguir adelante.
Gracias por escucharme, por darme la oportunidad de desahogarme y por darme la esperanza de un nuevo comienzo.
Con todo mi amor y humildad,