Querido padre celestial

Querido Padre Celestial,

No sé cómo empezar esta oración. Lo que siento dentro de mí es tan profundo, tan oscuro, que me cuesta hasta encontrar palabras. Me siento avergonzado por lo que he hecho, por mis pensamientos, por cómo me he alejado de Ti. He caído, he dudado, y me he perdido en mí mismo.

Confieso que he tenido pensamientos que me asustan… he sentido que no quiero seguir viviendo, que tal vez el mundo estaría mejor sin mí. Mañana es mi cumpleaños, y en lugar de alegría, siento un vacío inmenso. No quiero seguir fingiendo que estoy bien. Estoy cansado, Señor.

Pero en medio de esta tormenta, aún tengo una pequeña llama encendida que me hace levantar esta oración. Te pido que me escuches, aunque mis palabras sean débiles. No quiero morir, lo que quiero realmente es paz. Quiero descansar en Ti, quiero sanar, quiero volver a sentir esperanza.

Llévate este peso de mi corazón. Ayúdame a ver que mi vida vale, que no estoy solo, que todavía hay un propósito para mí en este mundo. Tómame de la mano, porque ya no puedo caminar solo.

Dame paz, Señor. Dame fuerzas. Y si es Tu voluntad, regálame un nuevo comienzo.

Con todo lo que soy, aún quebrado,
Amén.