Muéstrame cómo escuchar tu voz en mi vida.

Me dirijo a ti con humildad y sinceridad, en busca de tu guía y tu amor infinito. Quiero aprender a escuchar tu voz en mi vida, a sentir tu presencia y a seguir tus santos mandamientos.

Sé que a veces me cuesta discernir entre tus susurros y el ruido del mundo, por eso te pido que me enseñes a ser más receptivo a tu palabra, a estar atento a tus señales y a seguir tu camino con fe y devoción.

Ayúdame a silenciar las dudas y los temores que a veces nublan mi mente, y a confiar en tu voluntad divina. Permíteme sentir tu amor incondicional y tu misericordia infinita en cada momento de mi vida.

Te ruego, Señor, que me ilumines y me fortalezcas para seguir tu camino con valentía y determinación. Que mi corazón esté siempre abierto a tu voz y que mi espíritu sea receptivo a tu llamado.

Gracias por tu amor inagotable y por tu gracia inmerecida. Confío en ti y en tu infinita sabiduría.

Amén.

Sinceramente,