Querido Dios, ten piedad, derrama sobre mí tus bendiciones y tu perdón.
Lo siento por mis pecados, y la impaciencia…
Reclamo la sangre de Jesús sobre mis hijos, mi esposo y mi familia.
Que haya una tremenda y sobrenatural sanidad sobre mi matrimonio…
déjame ser paciente mientras espero y me mantengo firme en tu amor y palabra sobre mi matrimonio.
Atrapa el corazón de mi esposo e inúndalo con el amor y el poder del espíritu santo para que siga tu voluntad y se vuelva de su pecado, y sea el esposo y padre de nuestros cuatro hijos que sé que tú lo llamaste a ser.
Señor, dame fuerza para soportar esta dificultad, y envuélvenos en tus brazos amorosos, llévanos a través de esto y úsanos para tu mayor bien.
Te amo Señor, y no lloraré más, sabiendo que nos estás bendiciendo.
Gracias, DIOS, por tu infinito Amor y comprensión.
Te alabo solo.
su hija