Hoy me acerco a ti en busca de fortaleza en mi fe cuando me siento débil. A veces, la vida se vuelve abrumadora y pierdo la confianza en tu plan para mí. En esos momentos de duda y miedo, te pido que me envíes tu amor y paz para recordarme que siempre estás a mi lado.
Señor, sé que soy solo humano y que puedo caer en la desesperación, pero también sé que tu poder es infinito y que puedo encontrar consuelo en ti. Ayúdame a recordar tu promesa de que nunca me abandonarás y que siempre estarás allí para levantarme cuando tropiece.
Fortaléceme, Dios mío, para que mi fe en ti nunca flaqueé. Ayúdame a ver tu luz incluso en los momentos más oscuros y a confiar en que todo lo que sucede tiene un propósito en tu plan divino. Que mi fe en ti me de la fuerza para seguir adelante y enfrentar cualquier desafío que se me presente.
Gracias, Señor, por ser mi roca y mi refugio en todo momento. Confío en ti y en tu amor inquebrantable. Amén.
Con amor y gratitud,