Me dirijo a ti con un corazón lleno de arrepentimiento y humildad para pedirte perdón por las promesas rotas y las expectativas no cumplidas. Reconozco que he fallado en mantener mi palabra contigo y comprendo el dolor y la decepción que esto te ha causado.
Me duele saber que mi falta de compromiso y acciones han dañado nuestra relación y han sembrado desconfianza en tu corazón. No hay excusas válidas para mis acciones y me doy cuenta de la importancia de ser una persona de palabra y cumplir con lo que prometo.
Quiero que sepas que lamento profundamente el daño que te he causado y que estoy dispuesto/a a hacer todo lo que esté en mis manos para enmendar mis errores y reconstruir la confianza que se ha perdido. Reconozco que la confianza se gana con acciones, no con palabras, y estoy comprometido/a a demostrarte con hechos que realmente lamento mis acciones pasadas.
Espero que puedas encontrar en tu corazón la capacidad de perdonarme y de darnos la oportunidad de sanar nuestras heridas juntos. Estoy dispuesto/a a escucharte, a aprender de mis errores y a trabajar en mejorar como persona para no volver a cometer los mismos errores en el futuro.
Prometo ser más consciente de mis palabras y promesas, y a trabajar en ser una persona en la que puedas confiar. Te pido perdón de todo corazón y espero que podamos avanzar juntos en el camino hacia la reconciliación y la sanación.
Con humildad y sinceridad,