Hoy me dirijo a ti en nombre de aquellos que se sienten solos y olvidados en este mundo. Te pido que bendigas a todas esas personas que, por alguna razón, se encuentran apartadas de los demás, que sienten que nadie los escucha ni los entiende.
Te pido, Señor, que les des consuelo en sus momentos de soledad, que les hagas sentir tu presencia y tu amor incondicional. Que les des la fuerza y la esperanza para seguir adelante, a pesar de las adversidades.
Ayúdalos a encontrar amigos verdaderos que los apoyen y los acompañen en su camino. Que puedan sentirse queridos y valorados, aunque el mundo les haya dado la espalda.
Bendice a todos aquellos que se sienten perdidos en la oscuridad de la soledad, ilumina su camino y llénales el corazón de amor y paz.
Gracias, Dios, por escuchar nuestras plegarias y por estar siempre presente en nuestras vidas. Amén.
Con amor y agradecimiento,